El sentido del gusto comienza al masticar y beber los alimentos, cuando se liberan células gustativas que se encuentran en la lengua, el techo de la boca y la garganta, el olfato es un receptor importante del gusto, también se han encontrado receptores gustativos en el intestino delgado, todas estas vías una vez activadas llegan al cerebro en donde este interpreta el sabor. Pero, ¿cómo podemos estimularlo en los niños para que prueben alimentos?