Estreñimiento en niños

Cómo ayudar a los niños que sufren de estreñimiento

Cuando hablamos de estreñimiento infantil no solo se hace referencia exclusivamente a la frecuencia de las deposiciones, sino también a las características de las mismas (tamaño y dureza), y también a la presencia de manifestaciones como dolor, malestar, posturas de evitación, etc.

El patrón de defecación en los niños a partir de los 3 años hasta la vejez puede variar desde deposiciones entre 3 veces al día y 3 veces a la semana.

¿Qué se considera estreñimiento?

Se considera estreñimiento crónico cuando durante 8 semanas se cumplen al menos dos o más de los siguientes criterios:

– Menos de 3 deposiciones a la semana.

– Al menos un episodio de incontinencia fecal por semana.

– Posturas o actitudes retentivas para evitar la defecación.

– Defecación dolorosa.

– Heces grandes y duras.

– Deposiciones excesivas que obstruyen el váter.

Qué causa el estreñimiento en los niños

– Época de aprendizaje de control de esfínteres.

– Cambios de rutina y de alimentación (exceso de alimentos astringentes, déficit de fibra y falta de hidratación).

– Inicio de la escolarización del niño.

– Situaciones estresantes (cambio de casa, luto familiar, divorcio, nacimiento de un nuevo miembro en la familia, etc.).

– Posponer la evacuación por ausencia de baños o por estar demasiado ocupado.

Cómo reducir el estreñimiento en los niños

1. Establecer un patrón regular para ir al baño:

– Mejorar la frecuencia: el niño deberá ir 1 a 2 veces al dia al baño.

– Se recomienda ir después de las comidas.

– Dedicar un tiempo razonable para permanecer en el baño entre 5 y 15 minutos.

2. Cambios en la alimentación:

Aumentar el consumo de líquidos (agua, batidos, caldos, agua de compota).

– Consumir yogures por su aporte de probióticos que mejoran la salud intestinal.

El aceite, consumir en crudo ya que ayuda a lubricar el intestino.

– Consumir en menor cantidad alimentos astringentes como el plátano, la manzana, la zanahoria cocida, el arroz, pastas y panes blancos y quesos.

– Aumentar el consumo de fibras: la incorporación de la fibra en la alimentación debe ser gradual, ya que un exceso puede provocar flatulencias, cólicos y dolor abdominal.

Los alimentos con más contenido en fibras son: las legumbres (lentejas, alubias, garbanzos, etc.), los cereales integrales (arroz integral, pasta integral, panes integrales, muesli, avena), las verduras especialmente de hojas verdes, en el caso de la zanahoria consumirla cruda, las frutas, lo ideal es consumirla con la piel por su aporte en fibra, la naranja, la pera, la ciruela y el kiwi son muy ricas en fibras, las semillas (lino, chia), los frutos secos (nueces) y las frutas desecadas (pasas de uva, ciruelas, higos), también recomendables para el estreñimiento.

El salvado de trigo y el salvado de avena, son fibras que tienen la capacidad de absorber agua y mejorar así el tránsito intestinal, se puede incluir en yogures, en preparaciones como guisos, purés, cremas, batidos, hamburguesas, también se puede mezclar con el pan rallado y rebozar las carnes y pescados.

3. Realizar ejercicio físico: el ejercicio cumple un papel importante ya que aumenta los movimientos peristálticos, mejorando el tránsito intestinal.

– Cualquier deporte o actividad física es beneficiosa para mejorar el estreñimiento (natación, caminar, andar en bicicleta, etc).

– También se pueden realizar unos suaves masajes al niño localizados en el abdomen (comenzar por la parte  derecha del abdomen, luego pasando por la parte superior del ombligo y descendiendo por la parte izquierda del ombligo).

Artículo publicado para Guía Infantil.

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