Refrescos y zumos en la alimentación de los niños

Por qué no debemos abusar de refrescos con gas en dieta de nuestros hijos
En las últimas décadas se ha incrementado el consumo de refrescos y zumos en la población infantil. Suelen ser bebidas muy azucaradas que gustan a los más pequeños. Pero… ¿sabes cómo afectan a la salud de tu hijo?
4 razones por las que no son recomendables los refrescos gaseosos y zumos en los niños

1. Obesidad infantil: Según diferentes estudios, un consumo excesivo de refrescos, sumado a la falta de ejercicio físico en los niños, tiene como consecuencia el sobrepeso infantil.

2. Caries: Otro efecto negativo es la formación de caries, esto sucede porque las bacterias fermentan los azúcares produciendo ácido láctico,  este ácido disminuye el Ph de la boca y daña el esmalte de los dientes, perdiendo éstos su protección.

3. Problemas de sueño: Otras consecuencias que podría tener un consumo excesivo de refrescos, es la alteración del sueño y déficit de atención, esto se debe al  elevado contenido de azúcares y de cafeína que tienen los refrescos de cola.

4. Huesos: Los huesos también se ven afectados a causa de la presencia de fósforo que tienen algunos refrescos de cola, esto provoca la desmineralización del hueso, lo que puede generar una osteoporosis en la edad adulta. A su vez, también debemos tener en cuenta que los niños al tomar más refrescos, muchas veces disminuyen el consumo de leche.

Qué aportan los refrescos con gas a los niños

Los refrescos están compuestos principalmente de agua,  hidratos de carbonos, como fructosa, sacarosa y glucosa. Esta composición puede variar según el tipo de refrescos.

Además contienen sodio, fósforo y pueden incluir aromatizantes, acidulantes, colorantes, conservantes, antioxidantes, emulsionantes y estabilizantes.

¿Y qué pasa con los refrescos light o zero? ¿son aconsejables en la infancia? Los refrescos zero o light tampoco son aconsejable para niños, embarazadas o adultos ya que se sabe que provoca un desequilibrio en la microbiota intestinal. 

Nunca olvidemos que la mejor bebida para un niño es el agua, esta debe ser la base de su hidratación diaria, también podemos optar por zumos naturales hechos en casa, y con menor frecuencia elegir refrescos light o zero. Es fundamental generar buenos hábitos de hidratación desde la infancia.

Artículo publicado para Guía Infantil.

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