Muchas personas coinciden en que no pueden parar de comer ciertos alimentos, los denominados alimentos disparadores, que son aquellos altamente palatables, ricos en grasas, en harinas refinadas, y un alto contenido en azúcar y sal. Todos ellos estimulan nuestros sentidos a través del olor y la vista, y son una explosión de sabores en la boca.
Estos alimentos son básicamente los ultraprocesados. El consumidor está acostumbrado a comerlos con bastante frecuencia y esto genera un hábito y un apego a determinados sabores, lo que ocasiona la pérdida de interés por otros alimentos como las frutas y las verduras. Es muy raro encontrarme a personas con apego a alimentos saludables como las frutas, las verduras o las legumbres, simplemente por el hecho de que son alimentos con un alto nivel de saciedad, con propiedades nutricionales que el organismo registra como tal.
Podríamos pensar que experimentar la vida de las emociones a través de los alimentos nos permite disfrutar de la vida misma, pero realmente no creo que sea así. Por el contrario, lo que ocurre es que tapamos lo que sentimos, de modo que te lleva a repetir las mismas situaciones una y otra vez.
En definitiva, relacionar o recordar los sabores con situaciones agradables de vez en cuando es normal y perfectamente lógico, pero apegarte a ese acto solo puede llevarte a disfrutar la vida desde la comida y no desde la experiencia misma.
Por lo tanto:
Algunas ideas de como gestionarlo:
Recuerda que estas recomendaciones son generales y no reemplaza la orientación y el apoyo de un profesional, cada caso es particular.